En un contexto de constantes cambios, la industria automotriz en Colombia impacta a menudo en la sociedad de manera notable. Esto se debe a que ofrece cientos de miles de puestos de trabajo a diario, ya sean directos o indirectos.
Todo ello, en el marco de un gran crecimiento de esta industria en diferentes regiones de Colombia. Así, la tasa de motorización del país se ubica actualmente en 3,6 vehículos, cada 1.000 habitantes (La República, 2024).
Promedio e importancia de la industria automotriz para el desarrollo
La industria colombiana de autos genera más de 45.000 empleos directos y 370.000 indirectos. Además, aporta alrededor del 1,7 % del PIB industrial del país. Es importante reconocer que esta industria da un valor adicional a economía del país, al no ser solo comercio, pues abarca “frentes productivos como la metalmecánica, eléctrico, textil, cauchos, vidrios”, etc. (Motor, 2023).
Cabe destacar que este sector se vio muy afectado en 2020 como consecuencia de la pandemia, aunque en los últimos meses de dicho año comenzó a recuperarse.
Cómo impacta esta industria a nivel local
La producción o fabricación de tantos vehículos (automóviles, motos, etc.) redunda en miles de personas trabajando en el sector. Por esta razón, la venta y exportación impactan considerablemente en la actividad económica y en el nivel de consumo. También, en el porcentaje de empleo, una variable que explica, por ejemplo, el nivel de pobreza en las distintas regiones. De este modo, la industria automotriz es clave en la economía y el desarrollo productivo.
Cabe destacar que la Cámara de la Industria Automotriz de la ANDI consta de un grupo de trabajo que representa gran parte de la producción nacional. Concretamente, un 99 % corresponde al ensamble de vehículos, un 84 % a motocicletas y un 50 % a la producción de autopartes (ANDI, s.f.).
Cambios más importantes a lo largo de los años
El inicio de la industria automotriz en Colombia tuvo lugar en 1899 con la llegada de un modelo francés. Los constantes problemas mecánicos llevaron a las autoridades a gestar todo un sector alrededor del mundo del automóvil. Se trató de un antes y un después para el país.
Lo cierto es que todo esto coincidió con que, con el transcurso de los años, los autos y su respectiva mano de obra pasaron de ser algo lujoso a un recurso muy necesario. En consecuencia, el sector fue adquiriendo un rol cada vez más importante para beneficiar a la sociedad. Al fin y al cabo, los autos servían para diversas funciones. Por ello, resultaban imprescindibles.
Concretamente, los diferentes vehículos se consolidaban como una fuente de ingreso y eran muy necesarios para realizar diversas actividades. Por todo ello, tenían una demanda cada vez mayor, una relación precio-calidad muy buena e implicaban una gran inversión.
Rápida adaptación a las necesidades en la industria automotriz
A lo largo de los años, en Colombia se produjeron e importaron los diferentes vehículos que surgían de cada marca; incluían autos de baja, media o alta gama, SUV, camionetas, motos y eléctricos, entre otros. De hecho, actualmente se pueden adquirir muchos modelos populares de las marcas tradicionales y también de las más nuevas.
Así, hay varias plantas para poder fabricar y comercializar todos los vehículos con sus respectivas variantes. No obstante, hay una región considerada entre las más importantes para dicho rubro en el país, ya que se venden algunos modelos muy frecuentados.
Renault-Sofasa en Envigado
Alcanzó mayor notoriedad en 1971, cuando Renault empezó a fabricar algunos vehículos. Años más tarde sumó camionetas de Toyota y camiones Daihatsu e Hino. Así, adquirió un rol protagónico en la industria automotriz que mantiene hoy en día.
Con el cierre definitivo de Colmotores en abril de este año, la planta de Envigado es ahora la única ensambladora de vehículos ligeros. Según Ariel Montenegro, presidente de la empresa, la vocación exportadora es lo que le provee un gran prestigio.
Cabe resaltar, que uno de cada dos carros ensamblados por Sofasa es exportado, lo que contribuye notablemente a la economía nacional. Esto último, claro está, sin dejar de satisfacer la demanda local.
Todo ello es posible gracias a la industria manufacturera. Esta última representa una de las actividades más productivas del país.
Por otro lado, las nuevas tecnologías también se encuentran presentes en las distintas fábricas de autos colombianas y permiten fabricar vehículos eléctricos cada vez más demandados incluso en otros países.
En síntesis, con una mano de obra muy destacada, la industria automotriz en Colombia se distingue y es reconocida. Es una actividad clave para la economía del país y nada indica que dejará de serlo.