Las autopartes son las piezas presentes en el motor del auto que intervienen para lograr un funcionamiento óptimo. El modelo, el tamaño de su cilindrada, su antigüedad y sus kilómetros recorridos, son factores determinantes. Además, son los que influyen notablemente en las diferentes necesidades de cambios y de mantenimiento.
Por ejemplo, una pieza no será igual en un modelo del año 1998 y de 200.000 km, respecto de uno de 2020 con solo 5.000 km. Concretamente, un mismo inconveniente, como, por ejemplo, el desgaste de los frenos, requerirá de una reparación o sustitución más compleja. Veamos algunas piezas que podría necesitar tu vehículo.
Autopartes de vehículos modernos
En un contexto de evolución tecnológica, los autos no se quedan atrás y se actualizan de manera constante. Por eso, las partes de los automóviles más modernos resultan más complejas y deben cumplir con ciertos requerimientos.
Por un lado, cada elemento debe contar con una calidad óptima (filtro, válvula, pistón, bujía). Así durará mucho tiempo, implicará una buena inversión para el comprador y estará a la altura de la circunstancia.
Por otro lado, las autopartes deben corresponderse con la complejidad de la parte del motor que integran o zona donde actúan. Es decir, si este último es muy moderno y complejo, los elementos o repuestos allí presentes, tienen que ser iguales.
Todo esto posibilita que las compañías automotrices o de autopartes puedan atender las necesidades de los autos y sus clientes. De lo contrario, venderán el vehículo y no podrán resolver los inconvenientes que surjan de manera completa y eficaz.
Encontrar las autopartes correctas, la clave
Contar con la pieza correcta resulta esencial para el funcionamiento óptimo del vehículo. Si una falla, repercute de manera directa sobre las otras. Así, el dueño deberá reparar o incluso sustituir más cantidad de piezas.
Por ejemplo, si las ruedas del auto se encuentran en mal estado o desinfladas, el esfuerzo del motor será mucho mayor. Esto hará que el vehículo tenga mayor dificultad para su movimiento, lo que conlleva un mayor consumo de combustible.
Así, si una de las autopartes está funcionando mal, habrá un gasto extra de dinero y un menor tiempo de vida útil. Cabe destacar que los vehículos que reciben al menos un control anual son los que mejores resultados otorgan a futuro.
Problemas en autopartes debido a situaciones que suceden a menudo
Más allá del cuidado del automóvil, las diferentes piezas o autopartes pueden padecer inconvenientes repentinos como consecuencia de factores ajenos a ti. Por ejemplo, un charco muy profundo situado en medio de la carretera que dañe severamente una rueda o los amortiguadores.
Teniendo en cuenta cómo se evidencia el daño durante el andar, lo mejor es que lleves tu auto al taller. Allí le realizarán una revisión detallada y completa y determinarán si es conveniente reparar o sustituir las piezas afectadas.
Si esto último es lo más adecuado, seguramente deberás invertir más dinero. Sin embargo, esto representará una gran inversión a futuro dado que, en caso contrario, tendrás que volver a repararla y además te verás obligado a realizar lo mismo con otras autopartes afectadas.
Las revisiones periódicas, esenciales para el funcionamiento del vehículo
Las revisiones, que se realizan en un auto cada 5.000 km, constan de un factor clave para las autopartes. En estos casos, el mecánico observa muy detalladamente el estado general de todos los sistemas que componen al vehículo. También cambia los filtros de aire, de aceite y –si es necesario- de combustible y la bobina.
Cabe destacar que, si estos (u otros) se encuentran en mal estado, dañan tanto al vehículo como a sus partes. En este sentido, cuando realizas un cambio de aceite y filtros, debes controlar que todo esté ajustado de forma correcta.
La mecánica y la electrónica de los vehículos es actualmente más compleja, lo que implica la incorporación de nuevas partes. Por lo mencionado anteriormente, estas últimas deben ser de alta calidad y encontrarse conectadas permanentemente con el resto.
A su vez, las autopartes de la electrónica pueden carecer de un efecto adverso para el conductor si fallan. Esto no significa que no ocasionen problemas para otros elementos como los sensores, que alertarán al respecto y actuarán en consecuencia.
Algunas de ellas (por ejemplo, el kit de distribución y los frenos) resultan más esenciales que otras en el día a día. Sin embargo, la falla de una puede repercutir de manera directa en otra. Por lo que debes controlar que todas estén en óptimo estado, que trabajen con eficiencia y que carezcan de inconvenientes.
Para ofrecerle un buen mantenimiento a tu vehículo, ten en cuenta su kilometraje y el modelo. Así, podrás llevarlo periódicamente a revisión y saber con exactitud qué necesidades tiene. Las autopartes son la clave para que tu vehículo permanezca a tu lado por mucho tiempo.